viernes, 28 de junio de 2013

Los Trolls cibernéticos.


Tamaulipas México.- Las nuevas tecnologías han abierto campos nuevos de comunicación, medios y formas de expresarse, sobre todo la red de redes a través del Twitter, Facebook, LinkedIn, los blogs y el correo electrónico que han cambiado nuestra manera de informarnos, comunicarnos y de relacionarnos más libremente.

Viene a cuento lo anterior por la circulación de un correo electrónico de un Troll con una cuenta falsa a nombre de “Lauro Juárez”, dirigido a un grupo de periodistas locales a quienes les imputa cobrar en el Gobierno de Tamaulipas y los desafía a escribir en sus columnas sobre un candidato a la alcaldía Victorense y su Staff de campaña, basado en una serie de afirmaciones sin sustento probatorio.

Cabe subrayar que los “Trolls” actúan amparados en el anonimato de las redes sociales, correos electrónicos y demás instrumentos virtuales para injuriar, calumniar, amenazar y descalificar a otros usuarios de la red por parte de estos personajes.

¿Pero quiénes son los Trolls? Son aquellos usuarios que pululan por la social media, que se valen de la libertad de comunicar que ofrecen las redes sociales para actuar desde el anonimato en forma cobarde, con muy malas artes y peores intenciones, en contra de otros cibernautas como los políticos, periodistas, actores etc., con el fin de descargar contra ellos toda su ira o con el afán de diversión.

En otras palabras son personas de carne y hueso, con nombre y apellidos en la vida real, que publican mensajes provocativos irrelevantes o fuera de tema con diferente tipo de contenido como improperios, mentiras, burlas y calumnias con la intensión de confundir y ocasionar sentimientos encontrados en los demás usuarios de una comunidad en linea.

Huelga decir que en psicología los llaman cínicos hostiles, en internet simplemente Trolls, son personas desconfiadas de los demás que miran todo con desdén y tienen disposición a la agresión.  Lo hacen por gusto, por esparcir humor negro e ironía. A falta de ella, la ofensa y la ramplonería que también les sirven. Así como todo lo políticamente incorrecto.

Actualmente en los Hastang (#) de Twitter, los Trolls políticos se han habilitados por sí mismos como jueces y verdugos, esos “capataces” cibernéticos condenan a la hoguera pública de la red a quienes se opongan sus verdades que les han sido reveladas y deciden a conveniencia propia o de sus patrones políticos quien es bueno y quien es malo electoralmente de acuerdo a sus interés partidarios.

En suma sólo hay que leer lo que escriben, utilizan una prosa vulgar y agresiva contra quienes no muerden el anzuelo o no son parte de esos cibernautas a sueldo sin ideología, llenando de bajezas e insultos del peor estilo a los que no comparten sus opiniones.

Pero más allá de la actitud de los amigos de hacer daño al prójimo digital, consideramos que nunca deberá existir la censura al internet ni a pretexto del Bulling cibernético, la injuria y la amenaza a los usuarios, para no dar pie a que el Estado pueda restringir o limitar la libertad de expresión en estas plataformas sociales, por lo que lo más conveniente es hacerlo mediante la autorregulación.

Al efecto en Twitter mediante un plan de gestión de crisis donde prive la tolerancia, prepararse para no ser afectados por los insultos ni comentarios despectivos, considerando que en el fondo quienes los emiten se trata de seres inferiores, cuya única intención es llamar la atención y conseguir unos instantes de “gloria”, y no proyectar una imagen de debilidad, ni demostrarles públicamente que te afectan.

Por tanto en caso de no ser posible aplicar dicho plan, entonces el usuario deberá bloquear al Troll o Trolls y san se acabo.

En definitiva las redes sociales son un espacio de libertad que deben usarse con honestidad y responsabilidad, con los Trolls no hay que perder el tiempo con ellos, porque solo injurian y amenazan abusan del ciber espacio, hay que neutralízarlos con educación y grandes dosis de indiferencia, no des oportunidad de responder, corta todas las vías de réplica, en consecuencia se sentirá totalmente anulado.
Twitter: @luiscarrs









1 comentario:

  1. El hecho de que nadie le ha entrado a este tema puede ser por 2 motivos: El primer motivo es porque existe un miedo a la confrontación, a nadie le gusta ser insultado en público, los trolls no discuten con el político, columnista o usuario con el fin de convencerlo, si no que lo hace con el objetivo de fomentar una nube de ruido hacia la personalidad para denostarla ante otros usuarios que son testigos pasivos pero que leen la discusión y se forman opinión en base a esa nube de ruido.

    La segunda razón es porque hay un total desconocimiento de este tipo de fenómenos, sobre todo en la sociedad victorence, nuestros líderes de opinión son de una suerte de cultura de periodismo cerrado, de una sólo vía. La redes sociales han resultado en una plataforma democrática de opinión e interlocución, trayendo con esto una especie de construcción de ciberciudadanía. Los trolls no caben en este esquema, porque al fin de cuentas su objetivo es destruir el debate e imponer percepciones, así que ¿Qué hacer? Los estudiosos y los ciberactivistas hablan de que como fenómeno cultural, los mismos usuarios irán detectando a estas cuentas falsas y tachándolas de reventador de foros. Son figuras que hay que sortear a causa de la apertura democrática implícita en la red social, sólo la madurez de los usuarios irán volviendo obsoletos este tipo de trucos que trastocan el ejercicio de opinión.

    Enhorabuena por presentar un tema fresco y como muchas implicaciones futuras.

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