viernes, 25 de julio de 2014

Dos Años Sin CHENCHO.


A la memoria del Contador Ausencio Mata Medina amigo de vida, porque impulsó y sirvió a la citricultura nacional.

Tamaulipas México.- La muerte es algo natural que forma parte de la vida. Cuando la muerte llega y se lleva uno de nuestros amigos, nos puede sumir en una tristeza, sin embargo el legado que dejan está presente por lo que hicieron y siempre serán recordados perpetuamente.

Viene a cuento lo anterior porque el pasado 24 de julio se cumplieron dos años del fallecimiento de Ausencio “Chencho” Mata Medina. Para recordarlo hacemos un recorrido de la obra de gestión que construyó el dirigente nacional de los citricultores con gran pasión en defensa de los intereses de los productores de cítricos.

Desde esa perspectiva es necesario, ver el ejemplo de vida de “Chencho” Mata, un hombre gremial de una sola pieza, a un líder ejemplar, a un gestor excepcional, a un profesionista brillante, a un gran ser humano que trabajó a base creatividad, esfuerzo y compromiso por la citricultura de México y en especial de Tamaulipas.

Cabe decir que Mata Medina, era Contador Público de profesión por el ITESM, fue fundador del Consejo Citrícola Mexicano, también fue presidente de la Confederación Nacional de Citricultores y hasta su deceso se desempeño como dirigente del Comité Nacional del Sistema Producto Cítricos, entre otras responsabilidades

De tal suerte que las diversas acciones recogen su obra y dan testimonio de su compromiso con los citricultores de México, entre otros logros el constituir un factor de unidad de todos los productores del país y garantizó la solidez de la organización, que se convirtió en el único interlocutor del gobierno federal

De igual manera fue un entusiasta promotor e impulsador de la creación de la Comisión Especial de Citricultura de la Cámara de Diputados y de la Ley de Etiquetado.

Por tanto recordar la vida y la obra de este tamaulipeco visionario fue el trabajar sin descanso por el fortalecimiento de la citricultura, particularmente, en la modernización de la misma, así como en el desarrollo las instituciones gremiales de los productores y la lucha por los apoyos gubernamentales en beneficio de los citricultores de las entidades citrícolas del país.

Está visto que Chencho fue uno de esos líderes agrícolas que siempre exigieron al gobierno federal en materia de apoyos a la citricultura, un trato equitativo en relación con otros cultivos como el procampo, el progan, proponiendo el procitrico, apoyo que ya no le alcanzó a concretarlo; opositor a la firma de tratado de libre comercio en materia de cítricos con Brasil y Perú y a la renegociación del TLCAN.

Así pues, durante su liderazgo gestionó el apoyo económico por tonelada a naranja con destino industrial; tramito anualmente mayores recursos para el sector, vía gestión con los diputados en presupuesto de egresos de la federación

Sobra decir que con estas acciones se pudo palpar cómo Chencho otorgaba un sentido social a su vida y a su trabajo, lo que ahora nos mueve a reflexionar sobre la situación actual de los liderazgos en México.

De ahí que hoy, el segundo aniversario de su muerte paso prácticamente desapercibido para los dirigentes de las organizaciones citrícolas de los 23 estados productores de cítricos del País, ninguna linea, ningún homenaje.

Por otro lado Chencho fue un hombre de familia fue un gran padre, buen esposo y abuelo dejando constancia que no había amor más grande que el que sentía por su esposa, sus hijos y nietos.

En suma Chencho prodigó su talento en la gestión gremial, en la producción de cítricos y en la contabilidad, por todo ello lo recordamos como un eficaz dirigente, un gestionador nato y con su liderazgo se constituyo en el factor de unidad de todos los citricultores de México, dándole un gran peso político y solidez del organismo cúpula de la citricultura, luchando por las causas de los productores.

.En definitiva recordemos por siempre a Ausencio Mata Medina el gran compañero de ruta, un entrañable amigo, un buen dirigente, en el convergían principios y valores, a la vez eficacia y visión estratégica y tuvo siempre la valiosa virtud de llevar sus acciones a la altura de sus ideales y sus metas. Descanse en paz, el estimado camarada Chencho, le extrañamos.
lucarrso@hotmali.com
Twitter: @luiscarrs









sábado, 12 de julio de 2014

Dia del Abogado


Tamaulipas Mèxico.- La abogacía es, considerada como la más hermosa y apasionante de todas las profesiones liberales. Porque pone sus conocimientos y habilidades al servicio de sociedad, para la defensa de la libertad, el patrimonio el honor, puestos de trabajo frente a la otra parte o la Administración de Justicia.

Viene a cuento lo anterior por el día del Abogado, remembranza que data desde 1960 a instancias de un Diario de México se declaró el 12 de julio como el Día del Abogado, en conmemoración de la primera cátedra de Derecho, Prima de Leyes, impartida en América en la Real y Pontificia Universidad de México en el año de 1533. Está cátedra fue impartida por el Abogado Bartolomé Frías y Albornoz.

Se ha definido al abogado como: persona con título de grado habilitado conforme a la legislación de cada país, que ejerce el Derecho, en asistencia de terceras personas, siendo un colaborador activo e indispensable en la administración de la Justicia.

En otras palabras es el profesionista inteligente que te resuelve un problema legal, es también el inepto que te hace el problema más grande sin resolverlo, pero el mejor el abogado es que te evita problemas.

La efeméride dia del abogado a venido a menos, cuando antes se celebraba con un gran boato en los centros sociales de postín, hoy pasó prácticamente desapercibido para los “dirigentes” de barras, colegios, asociaciones cuando antes se celebraba con la presencia de las autoridades de los tres órdenes de gobierno.

Cabe señalar que en esa celebración los abogados fijaban su posición política en relación con el Estado, la política legislativa, de justicia, el ejercicio de la abogacía, su imagen, legislación, la seguridad pública, de la procuración e impartición de justicia. Ante tal ausencia no se espera ninguna línea o comentario de trascendencia alusivos en los medios de comunicación.

No cabe duda que sin los abogados, los últimos siglos latinoamericanos hubieran carecido de una de sus grandes profesiones y de uno de sus rasgos más característicos. Entre otros tópicos los abogados han ejercido y defendido con las variantes de las épocas la retórica de la República.

De igual modo proclamaron con brío el liberalismo juarista y el ideario de la Revolución y también, en proporción muy menor, han protegido el nulo desarrollo del conservadurismo. Añejaron los códigos y las constituciones a su gusto, y al "respeto a la ley" por la negativa conducta de muchos profesionistas del derecho le han conseguido un nicho de choteo y de incredulidad.

Cabe subrayar que en materia política detentaron la mayor parte de las posiciones, las procuradurías, Poder Judicial, Congresos y en la administración pública, también en una buena parte de la burocracia cultural y una porción muy significativa de las aéreas de prensa y relaciones públicas. En el plano positivo, han algunos han sido eruditos, divulgadores culturales, escritores, intelectuales.

Sobra decir que la abogacía en la política mexicana no fue excepcional, en todo el mundo el derecho ha sido la profesión más común de los políticos. El abogado es apto para mediar conflictos y procurar la conciliación, que es la parte medular de la praxis política.

Sin embargo a partir de 1970 la proliferación de los economistas en la elite del poder político puede explicarse por la expansión del papel del estado en la economía, la respuesta a las demandas de la sociedad, se han vuelto más complejas, que requieren conocimientos científicos y técnicos, que el político con estudios del derecho no puede tener acceso a ellos aunque esté más instruido.

Por tanto los economistas se aprestaron al relevo y los abogados a replegarse a las aéreas jurídicas de la administración pública y poder judicial y a traicionar la profesión, o más bien a fingir traicionarla, al estudiar celosamente doctorados, maestrías y especialidades, en derecho económico, microeconomía, administración pública y de empresas.

Puesto que el neoliberalismo es seudónimo del saqueo minucioso por parte del Imperio, requiere de economistas y de magnas empresas globalizadoras, para el logro de sus metas, como muestra ahí está el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y otros. De ahí que siempre harán falta abogados para cotejar cláusulas comerciales y leyes.

Por otro lado la carrera de abogado se encuentra saturada, de ahí que las autoridades de educación federal, ni estatal, ni las universidades han implementado una política pública tendiente a evitar la creación de nuevas escuelas de derecho, ni a reducir su matrícula.

En definitiva los profesionistas jurídicos pertenecen ya sea a una pequeña elite eficaz especializada o al grueso, regular o malo de la profesión, están poco organizados y las asociaciones que existen son débiles, no tiene el peso específico para desempeñar un papel significativo en el gobierno de la sociedad.
lucarrso@hotmail.com
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