martes, 3 de julio de 2012

EL REGRESO DEL PRI.



Por primera vez en su historia, el Partido Revolucionario Institucional regresará a los pinos gracias al voto popular. Enrique Peña Nieto virtual Presidente, tendrá, a diferencia de sus antecesores tricolores, legitimidad democrática.

En efecto con el 98.95% de las actas computadas, el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Federal Electoral (IFE) indica como ganador irreversible de la Presidencia de México a Enrique Peña Nieto, candidato del PRI y PVEM, con el 38.15% de los votos, con un total de 18 millones 727 mil 398 votos

En segundo lugar Andrés Manuel López Obrador, candidato de las izquierdas, con 15 millones 535, mil 117 votos, con 31.64% del total. Así, la diferencia entre el primero y segundo lugar es de apenas 6.5% En tercera posición se coloca Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN, con 12 millones 473 mil, 106 votos, 25.40% del total.

Y Gabriel Quadri, candidato del Panal, con 2.3% de la votación, equivalente a 1 millón 160,033 sufragios.

En su primer discurso como virtual presidente electo, Enrique Peña Nieto, candidato de la alianza Compromiso por México, ofrece no regresar al pasado y ejercer una presidencia democrática.

También expresó: “La lucha contra el crimen va a seguir sí, con una nueva estrategia para reducir la violencia y proteger, ante todo, las vidas de los mexicanos. Que quede muy claro: Frente al crimen organizado no habrá ni pacto, ni tregua”.

”Tenemos que impulsar una renovada economía de libre mercado, pero con sentido social. Una economía que genere empleos y distribuya mejor la riqueza, para combatir la pobreza y desigualdad que aún agobian a millones de mexicanos”.

Más allá de estos objetivos, habría que tomarle la palabra al nuevo presidente electo cuando ofreció no regresar al pasado, para replantear a partir de hoy la verdadera decisión nacional del camino de la transición, frustrada por el panismo al de la transición exitosa con una ruptura democrática basada en un nuevo consenso, un nuevo modelo de desarrollo y un nuevo pacto constitucional.

En otras palabras se requiere un rediseño institucional del país, una reformulación de la estructura de producción y la reorganización del Estado. De aquí que Enrique peña Nieto esté dispuesto a convertirse en el Adolfo Suárez de la transición mexicana, para establecer el nuevo régimen político y la redefinición del modelo económico.



Si los mexicanos no rompen en los hechos la disyuntiva continuismo-restauración, vendrán otros seis años de más de lo mismo.

La victoria del PRI al poder plantea varios cuestionamientos ¿Para consolidar la transición democrática, para establecer un nuevo régimen político y la redefinición del modelo económico? ¿Modernizar al país y ponerlo en una ruta de mayor crecimiento económico? ¿Para proteger los intereses de ciertos grupos de poder facticos oligopólicos?

Por otro lado el PAN y el PRD deben hacer un diagnóstico profundo que explique su fracaso. Los resultados electorales revelan que la gran mayoría de los electores no los ven como una alternativa viable. Tienen que transformarse si quieren ser competitivos.

En definitiva el regreso del PRI a la presidencia de la republica en una elección competida, vigilada, observada y pacífica confirma la alternancia democrática. El Partido en el gobierno federal (PAN) pierde todo y queda a deber. El Presidente que enarboló ganar el Gobierno sin perder el partido perdió el Gobierno, el partido y el país.
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