MITOS DE LA REFORMA FISCAL

La reforma fiscal aprobada recientemente por el congreso de la unión como condición de la aprobación de la reforma electoral, de carácter recaudatorio, con la finalidad de que todo mundo pague impuestos y terminar con los paraísos fiscal, destacando los nuevos impuestos como el IETU, el de las gasolinas y depósitos bancarios en efectivo.
Sin embargo los objetivos de la reforma fiscal checan pero no cuadran ya que al aprobarse la ley de ingresos para el ejercicio fiscal 2008 se puede observar claramente que mientras que la recaudación por el impuesto sobre la renta será de 580 mil millones de pesos, la del famoso IETU será de apenas 69 mil millones de pesos.
Esto, en buen romance significa que el impuesto que supuestamente elevaría los ingresos y terminaría con las exenciones recaudaría para las arcas nacionales apenas el 12 por ciento de lo que se recaudara con el impuesto sobre la renta que se pretende desaparecer en el futuro.
Quienes seguirán exentos de obligaciones fiscales entre otros serán los partidos políticos, la enajenación de certificados de participación inmobiliaria, las personas físicas y morales de carácter agrícola, ganadero, silvícola o pesqueras que perciban ingresos exentos del pago del impuesto sobre la renta.
Está demostrado que elevar los impuestos particularmente al consumo y la reducción a los gravámenes directos a la inversión solo mejoran los sistemas de recaudación pero no se traducen en mejores condiciones de vida para la sociedad en su conjunto.
Los impuestos en teoría cumplen una función social, ya que a través de ellos se deberían garantizar los derechos. Ya sea tratándose de servicios de seguridad o Justicia, preservar el medio ambiente, o se proporcione educación, salud y cultura, lo cierto es que éstos y todos los derechos tienen un costo de realización que justifican los impuestos.
En materia fiscal, asi como en la venta de Areomexico a Banamex, en el caso fox, el estado mexicano se acostumbró a mentir y la oposición “progresista” se acostumbró a solapar. "Fíjense en lo que hacemos, no en lo que decimos”
El gobierno de Felipe Calderón y los legisladores federales pasaron por alto aquella de recomendación Joseph Stiglitz: "Deberían analizar con cuidado no lo que Estados Unidos les dice que hagan, sino lo que hizo en los años en que surgió como potencia industrial y lo que hace ahora".
En definitiva la reforma tributaria aprobada se diseño con criterios pragmáticos de recaudación privilegiando los ingresos, sin reorganizar el gasto, sin cambiar un ápice el modelo neoliberal de desarrollo económico que ya esta agotado y los resultados están a la vista de todos.