lunes, 20 de diciembre de 2010

VACACIONES Y POLITICA

La burocracia estatal, a partir del lunes 20 de diciembre inició su segundo periodo vacacional y retornará hasta el lunes 3 de enero de 2011, cuando ya estará despachando como gobernador constitucional de Tamaulipas el ingeniero Egidio Torre Cantù.

La actividad gubernamental quedó semiparalizada, no tanto por las vacaciones de los 15 mil burócratas, ni por las guardias que quedaron al frente de las oficinas durante las dos semanas de descanso, sino por la transición de la gubernatura, de Eugenio Hernández Flores a Egidio Torre Cantù, quien rendirá protesta del cargo el 1º de enero de 2011.

En diez días se habrán cumplido los seis años, termino el cual Eugenio Hernández Flores, fue elegido como gobernador, con los logros alcanzados y altas calificaciones en infraestructura, educación, cultura, salud, bienestar familiar y medio ambiente, sin embargo el impacto de violencia delincuencial, es de tal magnitud que ha ensombrecido la acción gubernamental y sus éxitos.

Un triste colofón de la Administración de Eugenio Hernández, lo constituye la fuga de más de 150 reos del penal de Nuevo Laredo, agregado a la guerra de los cárteles, violencia generalizada, pueblos fantasma, impunidad, patrimonialismo, homicidios y secuestros políticos, así como pasivos financieros sin precedentes.

En este periodo vacacional, también se estructurará el aparato gubernamental mismo que sufrirá modificaciones, es muy posible que el Congreso local, antes de finalizar el año realice una sesión extraordinaria para reformar la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado, para crear, fusionar y desaparecer dependencias para concretar el proyecto administrativo torrista.

Dentro de la gabinetitis aguda que afecta a la clase política estatal, fuera de los nombramientos oficiales de Guillermo Martínez y de Manuel Montiel Govea en comunicación, los nombres de Diodoro Guerra para Educación, Enrique de la Garza Ferrer para deportes, Alfredo González Fernández en finanzas entre otros son especulativos, habría que esperar hasta el día 30 en que el propio Egidio de la lista definitiva.

Retomando el tema de las vacaciones ¿Tiene sentido que un gobierno entero se pare por vacaciones? La respuesta es no, por lo que habría que ir pensando en cambiar el modelo vacacional del gobierno del estado, por un modelo más flexible sin la rigidez del tan común el “cerrado por vacaciones”.

En efecto valdría la pena pugnar por un sistema vacacional más ventajoso tanto para los particulares gobernados, para los servidores públicos y la economía en general.



Para quien tenga la necesidad desarrollar un proyecto productivo o cumplir con alguna obligación fiscal, solicitar una licencia, un permiso, una autorización, una concesión, encuentra las oficinas gubernamentales cerradas por vacaciones y los funcionarios de guardia no cuentan con capacidad de decisión.

En teoría la administración pública está integrada por un cuerpo profesional de servidores públicos organizados en una pirámide jerárquica que operan bajo normas, reglas sistemas, procedimientos, políticas, hábitos y costumbres que le dan estructura al aparato administrativo, llamado también burocracia.

El actual sistema de administración de personal ha sido diseñado para frenar la acción gubernamental dos veces al año por motivo de las vacaciones de los servidores públicos, cuya suspensión de labores atenta contra la productividad y la emisión de resoluciones y actos administrativos, así como la prestación oportuna de los servicios en perjuicio de lo particulares gobernados.

Un sistema de administración que ejecute bien sus funciones y que preste eficazmente con dinámica operativa sus servicios en forma permanente y uniforme, sin cierre de oficinas, sin violar derechos laborales otorgando a sus trabajadores vacaciones escalonadas.

Debiéndose establecer el calendario o rol vacacional anual programado de los trabajadores de base, de confianza y funcionarios para disfrute de vacaciones durante los doce meses del año, cubriendo su ausencia con trabajadores extraordinarios, supernumerarios, de contrato y a los altos funcionarios con los subsecretarios, según las necesidades del servicio.

En definitiva, el nuevo régimen iniciara con un viacrucis heredado por las circunstancias, pero en materia de administración, es conveniente cambiar el modelo vacacional de los servidores público de las entidades federativas, municipios y organismos públicos descentralizados, por el de las vacaciones programadas o escalonadas mediante calendario o rol vacacional, sin afectar los derechos laborales de los trabajadores.

carrsot_l@hotmail.com
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