viernes, 8 de octubre de 2010

REGALAZO DE NAVA

Un escándalo que tape a otro, parece ser la filosofía de César Nava. Es sacrificado como presidente del PAN por las alianzas contra natura con el PRD; el publicitado noviazgo y boda con Patricia Sirvent, conocida como Patylú, y últimamente el regalazo a su hoy esposa del lujoso departamento de 15 millones de pesos, han sido la constante del afair de este político.

El panista se ha revelado como un don Juan de muy buenos sentimientos, con un corazón enamorado y con todo lo necesario para hacer feliz a una chica dulce y pura del medio artístico nacional.

El dirigente albiazul, joven de edad, pero viejo en mañas, ocupó el cargo de abogado general de Pemex, donde presuntamente facilitó la violación a la ley a través de los contratos de servicios múltiples con los que empresas extranjeras han burlado desde entonces las restricciones de la legislación petrolera.

Al decir de los detractores del líder panista, Nava dejó huella en la paraestatal, del favoritismo, nepotismo, licitaciones arregladas, recursos públicos desviados o mal utilizados, y tráfico de influencias, en la operación de la empresa disque propiedad de todos los mexicanos.

Ahora Cesarito no sólo aparece como irresistible seductor, sino también como multimillonario al comprarle a su Patylú un lujoso nidito de amor ubicado en la colonia Polanco de la Ciudad de México, con un costo de 15 millones 506 mil pesos: La pregunta obligada que surge ¿de dónde saco el dinero nava para dicha operación? La respuesta contundente seria que lo obtuvo de la corrupción.

Dicha Compra venta no tendría nada de particular a no ser por la suspicacia que rodea dicha enajenación, tomando en cuenta que aun en el supuesto caso de que el presidente del PAN se haya abstenido de gastar durante cuatro años en comer, beber, vestirse, alojarse y divertirse, ni en la manutención de sus tres hijos, se antoja imposible haber ahorrado todos sus ingresos para comprar dicho inmueble.

Las cifras al panista le checan pero no le cuadran, ya que durante casi dos años como secretario particular del presidente Felipe Calderón y un año como diputado federal cobró, por concepto de sueldos poco mas de 4.5 millones de pesos, sin embargo el precio de la vivienda de lujo fue de sólo 7.5 millones de pesos.

Ni tampoco se sabe que se haya sacado la Lotería, o que haya recibido una multimillonaria herencia o que el gasto lo haya hecho Patricia Sirvent, quien desde el sábado 2 de octubre es su esposa, por lo que hay elementos para presumir que Nava adquirió esa propiedad con dinero mal habido.

A mayor abundamiento las cifras de las declaraciones patrimoniales que Nava hizo públicas, en particular la correspondiente a 2007, y los tabuladores de los cargos que ha ocupado, se llega a la presunción de que la compra del departamento en Polanco es un asunto con fuerte aroma de corrupción.

En definitiva Cesar Nava en solo cuatro años pasó de la penuria a la prosperidad, en los hechos se traduce en un caso de enriquecimiento inexplicable, lo que no debería sorprendernos, pues quedo demostrado que el amor por Patylú no tiene límites, tiene tanto dinero para sufragarle cualquier capricho, por lo que con esos signos externos de riqueza tendría que actuar la secretaría de la función pública.

carrsot_l@hotmail.com
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1 comentario:

  1. Panistas, priistas y perredistas pòr igual son hermandados por la coruupcion.

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