La Cámara de Diputados aprobó un aumento de siete pesos por cajetilla de 20 unidades mediante la reforma a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios en tabaco, esperando una disminución de 15% en el consumo de cigarro en México, lo que se traduce en 400 millones de cajetillas menos por año.
Las reformas a la Ley del IEPS forman parte del paquete económico que conforma la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2011.
El incremento del impuesto al tabaco más que beneficiar a la salud de los mexicanos tiene un fin recaudatorio, porque los supuestamente 11 millones de fumadores (15 %) adictos por el solo aumento del precio de las cajetillas de cigarros no dejaran automáticamente de fumar.
El tabaquismo en nuestro país es una enfermedad que va en aumento, sobre todo en adolescentes mujeres y adultos, tomando en cuenta que la nicotina es una droga legal, la vía fiscal no es el mejor método para combatirlo, sino mediante acciones de salud que tiendan a eliminar las causas sicosomaticas y sociales que lo propician o lo hacen posible.
Por otra parte con el incremento de siete pesos a la cajetilla de cigarros se abrirá una ventana de oportunidad atractiva a la delincuencia organizada, al contrabando y la piratería, al crear el Congreso un espacio muy grande para ofertar productos tabacaleros a bajo precio en perjuicio de la cadena productiva legal del tabaco que se verá gravemente afectada.
El aumento a los cigarros, para los fumadores fue una gran sorpresa que no necesariamente podrá reflejarse en la desmotivación en su consumo, lo que ellos requieren, más que precios altos, es ayuda profesional o clínicas para dejar de fumar, por que tratándose de una adicción, inevitablemente los seguirán consumiendo.
Sin que se considere a esta columna como defensora de los derechos de los fumadores y de los fabricantes de tabaco, ni estar contra los fanáticos de la salud, surge una pregunta obligada:
¿Por qué si la enfermedad vascular cerebral o infarto del miocardio, es la principal causa de muerte entre los mexicanos por el consumo de colesterol a través de dietas ricas en grasas saturadas y trans, el Congreso celoso defensor de la salud no gravó la producción cárnica ni de lácteos, particularmente los quesos, ni en dichos productos se ponen etiquetas con leyendas de advertencia de riesgos o daños a la salud por el consumo de los mismos?
Por otro lado se dilapido una vez más otra oportunidad para alcanzar una autentica reforma fiscal, la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Ingresos de la Federación para 2011, la cual contempla recursos por 3 billones 438 mil 826 millones 900 mil pesos. Destacando modificaciones al precio del petróleo, déficit público, cigarros, bebidas energetizantes
El déficit público será de 0.5 por ciento del PIB, el crecimiento de 3.9 por ciento y como ya se dijo habrá un impuesto especial de 7 pesos por cajetilla a cigarros, así como 25 por ciento al precio final de bebidas energetizantes.
Lo que el congreso de la unión en cuestión de tabaquismo, debería impulsar es un programa de educación de salud a niños de nivel básico y jóvenes del nivel medio y superior, que informe sobre las consecuencias a esta adicción y asignar recursos del PEF para el establecimiento de centros de atención para adictos a la nicotina y otras drogas.
En definitiva, el incremento al precio del tabaco, aprobado por la Cámara de Diputados en la Ley de Ingresos no disminuirá los índices de adicción a la nicotina, tal como lo argumentaron los diputados, por no ser un factor determinante que frene su consumo, el tabaquismo es un problema de salud, no un problema fiscal.
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