martes, 29 de mayo de 2012

EL CASO YARRINGNTON.



El bajón en el que cayó la campaña de Enrique Peña Nieto después de su viernes negro en la Ibero, las marchas estudiantiles, los ajustes en la forma y el discurso del candidato presidencial, ahora se suma el escándalo judicial internacional del ex gobernador priista de Tamaulipas Tomas Yarrington Ruvalcaba.



De ahí la urgencia de Enrique Peña Nieto y la dirigencia nacional priista de poner distancia con el ex gobernador de Tamaulipas, denunciado civilmente en EU de lavado de dinero proveniente del narcotráfico, escándalo que al decir de sus estrategas pondría en riesgo las preferencias electorales del candidato puntero y sobre todo la reputación del nuevo PRI.

En esa tesitura el pleno de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI acordó fast track suspender en forma unánime los derechos de militante al ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba, en base a la petición de Joaquín Coldwell presidente del Comité Ejecutivo Nacional del tricolor.

Conviene señalar que lo anterior no tendría nada de particular si no fuera por el hecho de que la citada Comisión Nacional de Justicia Partidaria, no le respetó a Yarrington Ruvalcaba el derecho a audiencia, ni el CEN justifico fehacientemente con documentos oficiales que Tomas Yarrington esta sujeto a proceso penal por delitos dolosos, para ser acreedor de dicha sanción.

Huelga decir que esas circunstancias la resolución de suspensión de derechos partidarios emitida, viola el artículo 228 de los estatutos del PRI y como consecuencia los derechos constitucionales y políticos de Tomas Yarrington, por que dicha determinación no se apegó al espíritu de las disposiciones estatutarias.

De igual manera habría que recordar que la semana pasada se dio a conocer que el gobierno de Estados Unidos presentó solicitudes en San Antonio y Corpus Christi Texas, para confiscar propiedades del ex gobernador de Tamaulipas, que presuntamente fueron adquiridas con dinero proveniente de los carteles de la droga.

De tal suerte, con las demandas estadunidenses contra Yarrington, en el corto plazo podría convertirse en una bomba de tiempo que al estallar ocasionará mucho daño al PRI ya Enrique Peña Nieto, de ahí que el deslinde con el tamaulipeco ha sido absoluto, incluida la antiestatutaria suspensión inmediata de sus derechos de militante.

Por tanto el caso Yarrington, ha sido el pretexto para refundar el nuevo PRI, e ilustró la prisa y temor que existe en el PRI por romper con un pasado lleno de corrupción e impunidad, razón por la que no se observaron las garantías de previa audiencia en el procedimiento de suspensión. Ese pasado priista es su pecado capital, el arma de los adversarios políticos.

De ahí que peña nieto no tuvo más remedio que acelerar la refundación de su partido como aconteció en el reciente Consejo Político Nacional, al afirmar “El PRI no puede actuar inspirado en la nostalgia del ayer. En el México que queremos no tendrán cabida la corrupción ni el encubrimiento y mucho menos la impunidad”.

“Quien no lo asuma así, simplemente no tiene cabida en este proyecto. Es la hora de romper con el pasado”. En suma el tricolor ya inició la tarea. Sus dirigentes enfrentan el reto de convencer a los ciudadanos de que el partido no será más el defensor de oficio de los militantes involucrados en hechos obscuros. ¿Será?

Por otro lado llamo la atención que la proclama de Peña fue frente a lo más granado del parque jurasico priista, lo que en muchos mueve a pensar en una política ficción, en otras palabras de dientes para afuera y con el único objetivo de congraciarse con los jóvenes universitarios y clase media indecisa.

Aquí viene a cuento aquellas frases de campaña de los entonces candidatos priistas José López portillo “La solución somos todos” y de Miguel de la Madrid La Renovación moral de la sociedad” que no aplicaron en sus respectivos gobiernos.

Como podrá verse a Peña Nieto en base a los imprevistos de campaña no le quedó otra que deslindarse de los casos que involucran a otrora poderosos militantes, el escándalo de Tomás Yarrington, ha contribuido bastante a que uno de los temas principales que prevalecerá de aquí al 1º de julio será el tema del regreso del priismo a “los Pinos” y lo que puede significar para México.

En definitiva Tomas Yarrington Ruvalcaba, por estrategia electoral fue abandonado a su suerte por el PRI y por Peña Nieto, prácticamente fue expulsado el mismo, sin darle oportunidad de defensa, y fue el pretexto para refundar el nuevo PRI.
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1 comentario:

  1. Y que no le rasquen al buen Nati, porque sería el propio ex-desgobernador, los clavos de su propia tumba.

    Ya si les arriman el fierro a los demás ex, pues de plano se quedan sin registro los priistas, mas aun y si ya andamos a gatas, que cancelen las demás patentes políticas y comenzamos con la elaboración y creación de un nueva constitución.

    Mientras son peros o manzanas, el buen AMLO viene GRUESO, TIESO Y BIEN MACIZO con el ritmo de la tambora y la Morena a todo lo que dá.
    Saludos Don Luis.
    J. Reza H.

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