La coincidencia del arranque de las campañas electorales de los candidatos presidenciales y las vacaciones de semana santa, alejaran a millones de mexicanos del proceso electoral durante siete o quince días, pero las mismas servirán para posicionarse en medios y para ajustar estrategias y corregir fallas.
Durante los próximos 90 días los candidatos trataran de convencer a los electores de que son la mejor opción para coordinar la gobernabilidad de este país, a través de la presidencia de la república, las diputaciones federales y las senadurías.
Quienes tendrán que hacer un alto en el camino por que la mayoría de la ciudadanía va a estar de vacaciones o tendrán que optar por hacer campaña en los centros vacacionales.
A partir del viernes pasado, los medios de comunicación, los politicolologos, los analistas, los políticos, los tomadores de decisiones, dirigentes y militantes de partidos políticos, empresarios, estarán muy atentos a los candidatos Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota, , a sus campañas y a las encuestas.
Quienes recorrerán en su caso las comunidades de las entidades federativas del país, municipios y distritos electorales, los discursos y las promesas de campaña que en su mayoría se incumplen, pero que ya forman parte de la cultura política electoral.
En lo que respecta a los electores estos serán transportados, con o contra su voluntad, a los mítines proselitistas de sus candidatos; aquellos, desde ahora, ya saben por quién votarán; según los especialistas, la gran mayoría los que realmente decidirán, esperarán a estar frente a la boleta electoral para cruzar un nombre o un logotipo partidista.
Por tanto en esta semana santa sufriremos la avalancha de spots políticos y promesas de los candidatos. La semana santa más que un espacio de reflexión religiosa del catolicismo, constituye para los padres de familia católicos o no, un periodo vacacional marcado de manera oficial por el sistema educativo para el descanso y la diversión.
La crisis económica, la de seguridad y la campaña política electoral impactan las vacaciones de Semana Santa. No hay dinero suficiente para que las grandes mayorías se desplacen hacia los centros turísticos del país como Cancún, La Riviera maya, Los Cabos; Acapulco, Ixtapa y Huatulco; pueblos mágicos y otros lugares de recreación.
No obstante esta realidad, miles de mexicanos se desplazan en esta semana mayor hacia ríos, playas, iglesias, retiros, parques, centros históricos, centros vacacionales y otros lugares para no dejar pasar la tradición católica.
La coincidencia de las vacaciones y el inicio de las campañas electorales beneficiará más a los candidatos que a los ciudadanos, que se apartarán por varios días de los medios de comunicación, de tal modo que al regresar de vacaciones, se encontrarán “de golpe” con un torrente de información electoral.
En definitiva, las vacaciones de Semana Santa al coincidir con el arranque de las campañas electorales de los candidatos presidenciales, los candidatos a diputados y senadores, alejarán temporalmente a los ciudadanos pero beneficiara a los aspirantes a la Presidencia para la revisión de campañas, ajustes a sus estrategias, así como para ganar más espacio en medios de comunicación.
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