viernes, 5 de julio de 2013

Cierre de campañas y elecciones.


El cierre de campaña electoral es todo un ritual y su impacto se ve reflejado por el número de asistentes que concurren a los eventos de terminación de esta fase del proceso electoral en cada plaza o estadio escogido para refrendar sus compromisos con la ciudadanía y comprometer a los electores con su voto por ser este la única acción posible para cambiar el rumbo municipal y de la entidad.

Viene a colación lo anterior por que el pasado miercoles culminaron en todo el territorio tamaulipeco las campañas políticas de proselitismo electoral de los candidatos a alcaldes y diputados locales de los diversos partidos políticos y de coaliciones partidarias.

De tal modo los cierres de campañas están diseñados y adaptados para cerrar con “broche de oro” la campaña electoral de los candidatos a alcaldes y diputados locales: la promesa final de que las cosas van a cambiar y claro, todos ya se ven ocupando la silla municipal y la curul en el congreso del estado respectivamente.

Cabe señalar que el cierre de campaña persigue dos objetivos: demostrar con la concentración de miles de militantes y simpatizantes que existe la fuerza y convicción para alcanzar el triunfo en las urnas; y el de mandar el mensaje a sus contrincantes de que con el número de asistentes muchos no pueden estar equivocados y comprobar que se tiene un mayor porcentaje de electores que apoyan la causa.

En esas circunstancias se llegó a la penúltima etapa de la contienda electoral; no más propaganda de los partidos y no más discursos repetidos de los candidatos prometiendo un futuro mejor, con mayor crecimiento, mejores servicios y buenas leyes, claro, resaltando los aspectos negativos de los adversarios.

De ahí que en toda la geografía tamaulipeca los diversos candidatos a los diversos puestos de elección popular realizaron sus cierres de campaña con diversos eventos multitudinarios donde no podían faltar la música grupera y cantantes famosos para los simpatizantes para asegurar el voto. Otros abanderados efectuaron cierres no tan masivos en eventos considerados austeros.

Sobra decir que legisladores, gobernadores y líderes de todas las fuerzas políticas apoyaron presencialmente a sus abanderados a cargos locales, de cara a la elección del 7 de julio.

Hoy en dia no hay político que rechace o no aspire a llenar una plaza, un estadio o una carpa. Convocar a eventos multitudinarios y sacar grandes cantidades de personas a la calle, no garantiza el triunfo en una elección. En los hechos esas concentraciones de militantes y simpatizantes constituyen el voto duro del los partidos políticos que representan entre el 08 y 10 % del padrón electoral.

Así pues, se realizaron los cierres de los candidatos a las presidencias municipales: en Victoria Alejandro Etienne, Arturo Soto y Rosario Garza; en Reynosa José Elías Leal, Jesus "chuma" Moreno, Uriel Danini del Ángel y José Alfredo Castro Olguín; en Nuevo Laredo Carlos Montiel Saeb, Carlos Enrique Canturosas Villarreal Francisco Chavira Martínez, Everardo Quiroz Torres, y Jorge Ramírez Rubio.

En Matamoros Salvador Treviño, Leticia Salazar y Arabela García; en Tampico Gustavo Torres Salinas, Teresita de Jesús Sosa García y Eddy Segura. Entre otros candidatos de los 43 municipios, del PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, MC y Nueva Alianza.

Por otro lado el fantasma de la concertacesiones recorre los 14 estados de la republica donde este 7 de julio se celebrará comicios electorales, que a cambio de la reforma energética y hacendaria acordada en el Pacto por México el PRI reconocería sin chistar las victorias electorales de Pan en Baja California y municipios estratégicos de Tamaulipas y Oaxaca.

De tal suerte el tricolor también reconocería las victorias del PRD en Benito Juárez, Cancún Quintana Roo. En cambio, el PRI peleará con todo los municipios emblema de Puebla y Veracruz, entre otras capitales.

No cabe duda que el PRI se podría darse el lujo de perder Baja California y otros municipios importantes del país, sin defraudar al priísmo, pero sin poner en riesgo la viabilidad del gobierno de Peña Nieto. Si se lastima el Pacto por México todos pierden.

Tengamos presente que el priismo sabe que toda elección es importante, pero también sabe y bien que sabe que en política y en el ejercicio del poder existen prioridades y metas. Por lo que el PRI habría de poner por encima de todo el Pacto Por México aceptando las victorias electorales de los opositores que la victoria de una gubernatura o todas las demás elecciones juntas del próximo domingo.

Al margen de las concertacesiones los comicios del inminente 7 de julio serán en buena medida plebiscitarios (para el presidente y el PRI, pero también para los gobernadores y los partidos de oposición), lo cierto es que la realidad es tan distinta en cada uno de los 14 estados que estarán en competencia.

Retomando a los candidatos a alcaldes y diputados locales de Tamaulipas hasta los cierres de sus campañas electorales pese al clima de inseguridad trabajaron a sus clientelas y al voto duro, buscaron dividir a sus oponentes pero también recurrieron algunos a la guerra sucia.

En definitiva lo más importante en las elecciones de este domingo mas allá de los pactos, no es quién gane más municipios, sino que estas se haya realizado en paz y razonablemente limpias. Nadie le pide a los partidos que declinen de sus intenciones de ganar, sino al contrario de manera vigorosa, pero dentro de la ley y sin atropellar al adversario.
Twitter: @luiscarrs













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