martes, 14 de mayo de 2013

Política y pacto.


Tamaulipas, Mèxico.- Los pactos en política tienen como finalidad consolidar gobiernos que ejercen sin mayoría absoluta, recurriendo a los "pactos puntuales", con otras formaciones políticas. Generalmente del que gobierna y los principales partidos políticos de la oposición.

Viene a cuento lo anterior por el Pacto por México concebido como una idea de legitimación del gobierno de Enrique Peña Nieto. Construir un acuerdo entre adversarios políticos requiere de una gran habilidad y capacidad de negociación para evitar que éste se concluya a los primeros intercambios de impugnaciones, denuncias y violaciones a dicho instrumento.

En los hechos el Pacto por sí mismo representa la más grande concentración de poder político en México después del presidencialismo imperial, por lo que un enfrentamiento con grupos políticos y económicos poderosos podía ocasionar su descarrilamiento, sino se actuaba eficazmente para alcanzar el objetivo legislativo.

Como podrá verse la desconfianza que priva entre los actores que luchan por el poder político constituye el principal desafío a superar en este tipo de convenios. Está claro que la estrategia diseñada por el Gobierno de Peña Nieto tendría como objetivo evitar quedar paralizado en el espacio del Congreso donde el PRI no alcanzó la mayoría absoluta para gobernar.

Así pues el pacto por México evidencia, por un lado, la intención presidencial de destrabar la agenda de transformaciones que requiere el país, que han permanecido detenidas en el Congreso por las mezquindades de los partidos políticos; y por otro, el permitir que entre los compromisos pactados se establecieran las propuestas y hasta ocurrencias de las otras fuerzas políticas.

Por otro lado muchos panistas calderonistas expresan en público que los priistas fueron mezquinos cuando ellos gobernaron ya que no apoyaron las mismas reformas estructurales que se han aprobado a raíz del pacto. Sin reconocer que los priistas resultaron más eficaces en el arte de la negociación.

De tal suerte que el PRI lo hizo como estrategia para que el PAN no pudiera tener éxitos gubernamentales y la economía un mayor dinamismo que, finalmente, se reflejara en votos a favor de Acción Nacional. Ahora panistas objetan al PAN bajo la dirección de Madero, tenga una actitud de cooperación con el gobierno del PRI, misma que al panismo no ayudará para competir y ganar en la arena electoral.

Lo ocurrido en Veracruz por la presunta utilización de dinero público a cambio de favorecer al PRI electoralmente denunciado por el PAN, hirió de muerte al pacto. Peña Nieto opero el control de daños, corrigió, corrieron al delgado federal de la Sedesol y finalmente a Salvador Manzur secretario de Finanzas de Veracruz, y firmado el Adendum se supero la crisis, reincorporándose al pacto el Pan Y PRD.

He aquí que el caso Veracruz al parecer evidenció un escenario de descoordinación política entre algunos gobernadores priistas y los pinos, incluidas las delegaciones de Sedesol federal insertadas en el manejo electoral, destinadas a garantizar resultados positivos en los próximos comicios estatales.

En ese tenor la maquinaria electoral priísta, panista y perredista en los 14 estados donde son gobierno, en los que habrá elecciones comenzó a funcionar en preparación para 7 de julio, sin conectarse de alguna manera a la lógica política del Pacto por México..

Sobra decir, que naturalmente se comprenderá que el argumento de los gobernadores es eficientista: si no gano en mi estado, me cobrarán caro las facturas, al margen de las causas que puedan provocar la derrota electoral. De ahí la sordomudez ante las directrices provenientes del gobierno federal en el sentido de subordinar los intereses particulares de la entidad a la supervivencia del Pacto.

En vista de lo anterior podemos afirmar que en la firma del agregado al Pacto, este constituyo un claro mensaje para los mandatarios estatales para que se aparten de las mapacherías, a menos de que se trate de una simulación más, veremos si se aplicará la ley para aquellos que infrinjan las disposiciones legales en materia electoral.

En definitiva el gobierno federal, el PAN y el PRD encontraron el denominador común para avanzar en reformas estructurales en el Pacto por México, proyecto emblema del presidente Peña Nieto, previas concesiones electorales y legislativas a la oposición, en teoría parece estar dispuesto a defenderlo con todo, sin permitir que lo empañen con reclamos electorales de la oposición.
Twitter: @luiscarrs



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