martes, 26 de abril de 2011

¿QUIEN GANA Y QUIEN PIERDE CON LA GUERRA?

Los magros resultados obtenidos por el gobierno federal en la guerra contra la Inseguridad pública y la violencia delincuencial, voces de la sociedad civil y militar han replanteado la idea de decretar un estado de excepción en algunas regiones del país, la redefinición de la estrategia al combate al narcotráfico y delincuencia organizada, hasta la suspensión de de dichas operaciones.

Esta guerra perdida por el gobierno del presidente Felipe Calderón, fue concebida inicialmente no como una solución a un problema de inseguridad, sino a un problema de legitimación política, conflicto que se ha complicado en su solución, que está ocasionando la paulatina destrucción del tejido social.

La guerra del gobierno federal contra la “delincuencia organizada”, vista desde otra óptica se trata en el fondo es un gran negocio, que deja muchas ganancias.

La pregunta obligada que surge es ¿Quienes ganan en esta guerra?

Gana la delincuencia organizada, porque está organizado y el gobierno mexicano está desorganizado en su lucha, además los grupos delincuenciales obtienen poder, control territorial y paramilitar, impunidad y contribuciones.

También la industria militar de Estados Unidos es la principal beneficiaria por ser el proveedor de los dos bandos beligerantes gobierno federal y delincuencia. Qué mejor guerra para los Estados Unidos, que una que le otorgue ganancias, territorio y control político y militar.

La guerra para EEUU trae como resultado un negocio redondo para su industria bélica norteamericana, con la venta de material bélico para la destrucción, despoblamiento y posterior reconstrucción y reordenamiento geopolítico que les favorezca.

Ganan las Secretarias de Defensa, de Marina, de Seguridad Pública y Procuraduría General de la República, quienes vieron incrementados su Presupuesto de Egresos de la Federación en los años 2007-2010 a una cantidad superior a los 366 mil millones de pesos. Sin incluir lo del plan Mérida.

Recursos destinados a sueldos, sobre sueldos, prestaciones, adquisición de armas, equipos, transporte, municiones etc.

¿Quién pierde? Pierde la sociedad mexicana en su conjunto.

Por otro lado Frente a los resultados la pregunta obligada ¿Si Felipe Calderón Hinojosa cambiará de estrategia? La respuesta de entrada se antoja No, no sólo porque los EEUU y las fuerzas armadas no habrían de permitírselo, sino por la obstinación del comandante en jefe de las fuerzas armadas mexicanas.

Hoy, en medio de esta guerra, en las fuerzas políticas del PRI; PAN y PRD parece ser que no existe el pensamiento crítico respecto al conflicto y a la destrucción del tejido social, primero lo primero: el 2012, por lo que piden a la gente que esperen hasta las elecciones federales y “plegarse” ante quien tenga “el mejor proyecto para dar solución al problema de la inseguridad y violencia.

Si los 34 mil muertos ocurridos en 4 años, nos arroja una cantidad de más de 8 mil muertes anuales. De ahí que en el discurso de la clase política nacional tendría que esperar dos años a que mueran 16 mil personas para hacer algo. Es decir para mantener, rescatar o regenerar las ruinas del sistema político de partidos.

Por otra parte llama la atención que los partidos políticos nacionales que preparan las elecciones federales de 2012 para que triunfen sus proyectos alternativos de gobierno, no están haciendo nada ahora. Si tienen capacidad de convocatoria para movilizar millones de electores para votar, por qué no movilizarlos para parar la guerra, para garantizar la viabilidad del país.

O se trata del caculo matemático político donde la suma de muertos y destrucción reste votos al oponente y los sume al elegido.

Ahora bien el crecimiento de la violencia y del poder delincuencial, obedece a que los gobiernos federal y estatales fallaron no sólo en la seguridad pública, sino en empleos, salud, educación y bienestar social.

Y si la delincuencia goza de poder en varias zonas del territorio nacional, es porque no han podido combatirlos desde su raíz, al gozar de una total impunidad.

En definitiva es necesario saber quienes ofrecerán a la sociedad mexicana una salida, una alternativa al tema de la seguridad pública y violencia delincuencial que no sea la inmovilidad o esperar a las elecciones de 2012, que construya una alternativa social, no individual, sino de libertad, justicia, trabajo y paz.
Twiter: @luiscarrs

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