Viene a cuento lo anterior por la discusión de las leyes secundarias en materia político electoral, para regular las candidaturas independientes, los legisladores del PRI, PAN Y PRD no lograron acuerdos, reconociendo no haber condiciones para convocar al periodo extraordinario de sesiones para este miércoles y jueves.
De ahí que las candidaturas no partidistas aunque permitidas por la Constitución, aun no existe ley reglamentaria de la reforma político-electoral como es del conocimiento, dicha legislación fue postergada, así que no hay nada de nada.
Cabe decir que los partidos políticos en teoría son los instrumentos fundamentales de toda democracia, por disposición constitucional tienen el monopolio de la acción postulatoria de candidatos a puestos de elección popular, bajo el principio: dentro de los partidos todos, fuera de ellos nadie.
De tal suerte que el sistema de partidos no debe ser ya el único medio democrático, sino que lo deben ser los ciudadanos en lo individual, para la construcción de una democracia representativa, de otra manera la ciudadanía seguirá siendo rehén de los partidos que sus dirigentes confunden con partidocracia.
De igual modo la idea abrir la puerta a las candidaturas ciudadanas al margen partidista, nació porque esas organizaciones políticas ya no llenan o se convierten en un obstáculo a las aspiraciones de la sociedad, amén del desprestigio, lo oneroso de su existencia y privilegios. Sus burocracias se enquistan, medran atendiendo intereses individuales y de grupo con desapego al interés nacional.
Por otro lado los trascendidos de los legisladores indican que los constructores de la ley estaban negociando imponer una serie de requisitos a los candidatos independientes prácticamente imposibles de cumplir, verbigracia los candidatos presidenciales sin partido deberán recabar alrededor de 783 mil firmas (1%) de apoyo de la lista nominal de electores de al menos 17 entidades federativas.
Habrá que tener presente que los candidatos apartidistas no podrán hacer campañas por radio y televisión para recabar firmas ni tendrán acceso al financiamiento público hasta en tanto obtengan el registro, para disponer de los mismos, sin que éstos excedan 50% de los montos asignados al tipo de candidatura, así como tampoco podrán incluir su fotografía en las boletas.
De todo ello se desprende el temor que tienen los partidos políticos a las candidaturas ciudadanas, por el alud de requisitos, de barreras y obstáculos. En otras palabras los partidos políticos rechazan este tipo de opciones porque no quieren competir con esta figura electoral.
En ese contexto en un régimen democrático las candidaturas no partidistas rompen con el monopolio de la postulación de los partidos políticos, el cual ha constituido una burocracia partidista vividora y adicta a las prerrogativas millonarias que pagan los contribuyentes.
De esta manera se acelera la transición del monopartidismo al tripartidismo pasando por la morralla, hasta llegar a las candidaturas ciudadanas.
En definitiva la resistencia de los partidos políticos sobre este tema, se explica porque ningún monopolio en su sano juicio se abriría para permitir más competencia, por lo que debe garantizarse la opción de las candidaturas independientes para que en las leyes secundarias se inserten y se regulen.
ucarrso@hotmail.com
Twitter: @luiscarrs
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