martes, 3 de septiembre de 2013

Primer Informe de Peña Nieto.


Presidente Enrique Peña Nieto
Tamaulipas México. - Es obligación constitucional de los gobernantes de informar a la sociedad en la forma y términos que la ley suprema establece, para que la sociedad conozca lo que hacen, y cómo lo hacen, para estar en condiciones de evaluar su gestión.

Viene a cuento lo anterior por el primer informe de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto que rindió por escrito al Congreso de la Unión por conducto del Secretario de Gobernación, sobre el estado que guarda la administración pública federal, aderezado por manifestaciones de protesta, marchas sociales amurallamiento del palacio legislativo por las fuerzas de seguridad.

Al día siguiente, el presidente de la república dirigió un mensaje alusivo al primer informe, durante un acto celebrado en la residencia oficial de los pinos ante más de 700 personas, representantes de los poderes legislativo y judicial, gobernadores, titulares de órganos autónomos, empresarios, cantantes, actores y deportistas.

Cabe preguntar ¿Qué informó el presidente Peña Nieto al Congreso y a los mexicanos más allá de los cinco ejes de su programa de gobierno, del Pacto por México, de la aprobación de las reformas de Telecomunicaciones y Educativa, La Ley General del Servicio Profesional Docente, del cambio en la estrategia en el combate a la inseguridad pública, captura de capos entre otros?

La respuesta es que Peña Nieto no podría informar nada, porque no hay nada que informar por la carencia de resultados, salvo que sigue la violencia e inseguridad, que hay protesta social, sigue creciendo la pobreza, la desaceleración económica, la desocupación, la protesta social, la impunidad y la corrupción.

Al efecto las cifras, los hechos y las realidades son contundentes: no hay despegue, no hay avance, ningún progreso y ningún logro qué informar. Los números estiman un crecimiento económico al rededor de un 1.8 % del producto interno bruto, contra el 3.7 % inicialmente programado.

Sobra decir que la creación de empleos se ha estancado y la informalidad va al alza: Más de 60% de los mexicanos en edad de trabajar desempeña una labor sin ninguna regulación ni derecho.

De igual manera las exportaciones han caído, la balanza comercial se ha desequilibrado, la producción a la baja, la inflación se incrementa, la inversión extranjera decrece.

Del mismo modo la cantidad de pobres llegó a 66.4 millones de mexicanos (el país tiene 117 millones de habitantes). En cambio, la “clase alta” del país está integrada por más de 300 mil personas.

Por otro lado la seguridad pública es una asignatura pendiente. El país está en vías de un Estado fallido, territorios ocupados por la delincuencia organizada, violencia criminal, proliferación de grupos paramilitares que obedecen a los más diversos intereses: desde la delincuencia hasta cacicazgos locales.

Huelga decir que hasta ahora, son más las promesas incumplidas y las reformas inconclusas que los logros obtenidos. Los desafíos superaron a los resultados. Muy a pesar de una costosa campaña de comunicación, la realidad se ha impuesto sobre los intentos por moldearla, y la popularidad del presidente es menor a la de sus dos antecesores, en el mismo lapso.

Así pues en nueve meses, el optimismo inicial del sexenio se ha convertido en incertidumbre. Se ha transcurrido del consenso a la polarización. El Pacto por México, que permitió superar el impaz político y diseñar una ambiciosa y necesaria plataforma reformista, ahora se tambalea.

En definitiva el balance de las acciones de gobierno de Peña Nieto no permiten calificarlo de positivo. La inseguridad está desbordada, la economía a pique, el desempleo sigue en las alturas, más pobreza, crispación política y el crecimiento económico es nada. En suma el Informe se tradujo en una especie o programa con líneas de acción pendientes de ejecutar, con los todos los qué sin los cómo.
lucarrso@hotmail.com
Twitter: @luiscarrs


























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