martes, 24 de mayo de 2011

LA CONDECORACION DE GARCIA LUNA.

La semana pasada, Genaro García Luna Secretario de Seguridad Publica Federal recibió de manos del Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, la medalla al Mérito Categoría Excepcional "por su contribución estratégica a la seguridad", durante un evento en Bogotá.

Lo anterior no tendría nada de particular si no fuera por el hecho de que GGL aceptó y pretende usar una condecoración otorgada por un gobierno extranjero, sin el permiso del Congreso de la Unión o de su Comisión Permanente, en franca violación a la constitución general de la republica.

¿Debería perder la ciudadanía mexicana, Genaro García Luna, por recibir una medalla en Colombia sin permiso, como lo establece el artículo 37 de la Constitución?

La respuesta es sí, por lo que debe decretarse la pérdida de la ciudadanía del jefe policiaco, porque García Luna se fue por la libre, aceptó un galardón extranjero sin el permiso del Congreso federal.

Porque fundamentalmente el espíritu o intención del legislador constitucional es que el uso o aceptación de condecoraciones, impida el establecimiento de una vinculación cercana entre ciudadanos mexicanos y gobiernos extranjeros contraria al interés nacional, de ahí la conveniencia de exigir la autorización del poder legislativo para su realización.

A mayor abundamiento, García Luna en un comunicado expresa que “tendrá la condecoración en “custodia” hasta en tanto el Senado de la República emita su resolución a la solicitud de permiso para portarla", como dicen los abogados confesión de parte relevo de pruebas, quedando plenamente probada la aceptación y tenencia de la condecoración

El secretario y el propio Gobierno se metieron en un embrollo gratuito al ir en contra de Constitución que tan mal conocen y tan bien desprecian, pues no debían olvidar la obligación que adquirieron al tomar su protesta del cargo.

La medalla recibida y aceptada por el titular de la SSP del gobierno colombiano, fue otorgada con base en el decreto 4444 de 2010, condecoración castrense que tiene como propósito la de honrar públicamente a las fuerzas militares y personal ajeno, por servicios distinguidos en guerra internacional, estados de excepción, virtudes militares y profesionales de carácter excepcional.



El domingo pasado, el poeta Javier Sicilia exigió la renuncia del secretario de Seguridad Pública. Indudable que una renuncia no resuelve el problema de la inseguridad y violencia, pero si sería una buena señal del ejecutivo federal hacer eco a esta demanda social. En las manos del Congreso ahora está la oportunidad de sancionar a García Luna con la privación de su ciudadanía y sus consecuencias jurídicas.

En definitiva, García Luna al haber aceptado una condecoración extranjera sin la autorización del Congreso de la Unión, y si no hay reversa perdería la ciudadanía, quien no podrá por lo tanto, poder ser votado para todos los cargos de elección popular y nombrado para cualquier otro empleo o comisión, teniendo las calidades que establezca la ley y en consecuencia deberá dimitir como titular de la SSP.
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