martes, 29 de marzo de 2011

LA OCURRENCIA DE DUARTE JÁQUEZ.

LA OCURRENCIA DE DUARTE JÁQUEZ.


La ocurrencia de César Horacio Duarte Jáquez, gobernador de Chihuahua de presentar ante el Congreso de la Unión una iniciativa para integrar por tres años al Ejército, con remuneración económica a los jóvenes que ni estudian ni trabajan (NINI), constituye un acto autoritario, fascista y discriminatorio, una grave ofensa a todos los jóvenes en México.

La idea del mandatario Chihuahuense de que quienes no estudian ni trabajan deben por lo tanto ser obligados a servir en las fuerzas armadas ya que "no tienen nada mejor que hacer" y "son carne de cañón para el narco" parte de la presunción de que los jóvenes son propiedad del Estado y proclives a la corrupción.

El senador Carlos Navarrete Ruiz respecto a la propuesta de Duarte Jáquez, escribió en el Twiter “a este gobernador le falta talento e imaginación y le sobra cinismo" y agregó:"¿Para esto quería ser gobernador? ¡Qué desperdicio de cargo!"

Los propios jóvenes podrían responder a la propuesta de Duarte Jáquez, que a quien deberían de inscribir en el servicio militar obligatorio durante tres largos años sería al propio mandatario estatal, pues si de “ninis” se trata, César Duarte se ha colocado como líder de todos; NI estadista, NI servidor público.

Los denominados "ninis" por algunos medios y algunos intelectuales, no son más que personas que no han tenido las facilidades para obtener un trabajo, y que por un motivo u otro han elegido no continuar con sus estudios o bien no les ha sido posible.

Son desempleados, pero la etiqueta "Nini" es una etiqueta despectiva homofóbica que se les asigna por el simple hecho de ser jóvenes, debido a las expectativas que la sociedad tiene de ellos, y usarla por lo tanto es una forma de discriminación basada en la edad.

El Gobierno del estado de Chihuahua en lugar de de generar condiciones de desarrollo económico y oportunidades para que estos jóvenes puedan trabajar o, si lo desean, seguir estudiando, el mandatario propone autoritariamente subordinarlos obligatoriamente al ejército.

En los hechos se trata de una medida simplista para deshacerse de los “NiNi” para que no le causen problemas a su gobierno; es, pues, una clara manifestación de que Ni entiende bien cuál es su función como servidor público, NI tiene el mínimo tacto político.

Si el narco y el crimen organizado captan a tantos jóvenes en sus filas es porque a todas luces ofrecen más de lo que el ejército podría ofrecer.

Tal parece que esta idea genial del Gober de Chihuahua estuvo inspirada en la leva practicada en la revolución donde campesinos y gente de estratos humildes a la fuerza se les incorporaba para pelear sin adiestramiento alguno en la lucha armada de la que desconocían su contenido político y social.

En la real politik, la propuesta de César Duarte no tiene ninguna posibilidad de concretarse ya que implicaría reformar la constitución y leyes reglamentarias y porque además ningún partido político promovería una iniciativa de tal naturaleza ante la cercanía de la elección federal de 2012.

En definitiva la situación desesperada de los jóvenes ninis, asfixiados por la frustración y cegados por la ausencia de oportunidades, en vez de que los gobernantes propongan una opción socioeconómica viable, con la creación de empleos y oferta educativa de nivel superior, el gobierno de chihuahua opta por una medida discriminatoria tipo parche, como la militarización obligatoria juvenil.
Twiter: @luiscarrs

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