jueves, 16 de agosto de 2007

COLUMNISMO

Luis Lauro Carrillo

COLUMNISMO

El género periodístico más frecuente en los diarios, semanarios y revistas es la columna, donde el autor interpreta los hechos mediante el análisis y valoración de los mismos para orientar al lector con mayor numero de elementos de juicio de los que aportan las noticias.

Hoy en día muchas columnas periodísticas no valen la pena ni el esfuerzo ni el tiempo que se requiere para tratar de digerir tantas “buenas ideas”. Lo usual es que son aburridas, lugarcomunescas, obvias y superficiales.

Sin embargo pocas son las columnas que tienen contenido que aportan datos, opiniones y juicios de valor para que el lector se forme su propia opinión, en vez de recurrir a las “reflexiones” sesudas de los “analistas”, “politicólogos”, “orientadores sociales”, “periodistas valientes” y “líderes de opinión” para le digan qué pensar, como valorar y entender el acontecer político, económico y social.

En espacios de los diarios nacionales y locales han aparecido quién sabe cuántos cientos de aquellas, que a simple ojeada no se amerita leerlas detenidamente ni mucho menos releerlas para intentar entender su “profundo” significado”.Cabe precisar que no pretendemos aquí dar una lección de periodismo, ni habilitarnos como jueces o verdugos informativos para condenar a la hoguera publica a quienes poseen esas verdades “reveladas” que por conveniencia propia o por encargo deciden que es bueno y que es malo para su audiencia y lectores presuntamente cautivos.

Los “titanes” de la libertad de expresión critican la corrupción de otros sin revisar las cuentas propias, elogian o censuran hechos políticos y actores políticos, conforme la "línea" editorial. Duros o blandos según les sea ordenado, amables, panegiristas y condescendientes o implacables y rigurosos según convenga.

En teoría, el papel de la prensa debe ser documentar los vicios y virtudes de la vida pública, de cara al interés de la comunidad, no es nuestro deseo afectar ni ofender a ningún comunicador, pero lo que mas reflejan esos opinadores es no ser periodistas independientes por los posibles compromisos y amarres adquiridos en perjuicio del pluralismo informativo.

En definitiva una columna no basta estar bien escrita sino que además debe sustentarse en hechos valorados, de ahí que las líneas anteriores no pretenden descalificar a todos los columnistas, sino describir la realidad del ejercicio de la libertad de expresión a la luz de la credibilidad, objetividad, imparcialidad, veracidad y atribución, partiendo del principio de que el mejor periodismo es el que exhibe las lacras del poder y la sociedad.

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