Viene
a cuento lo anterior por el uso indebido de la mayoría de los más de
cuatro mil vehículos oficiales por parte
de los servidores públicos del gobierno del estado de Tamaulipas en el manejo y
traslado de dichas unidades en actividades no gubernamentales, sin que la Controlaría ejerza sus facultades sancionadoras.
Al efecto en las ciudades tamaulipecas es paisaje cotidiano observar diariamente y en periodos vacacionales a los vehículos oficiales en las calles, estacionamientos de las tiendas de autoservicio, escuelas, restaurantes, casinos, incluso en los Molls de ciudades del sur de Texas, así como playas y centros recreativos estatales y tejanos, utilizando esos medios de transporte en asuntos particulares.
Sobra decir que se ha observado a los burócratas pasear a sus familiares dentro y fuera del horario de labores, a muchos servidores públicos o parientes cercanos de estos, utilizar personalmente vehículos estatales, consumiendo gasolina, deducibilidad de seguros en caso de accidentes y todo con cargo al erario público para asuntos particulares que nada tienen que ver con la función pública.
Es una
práctica tan común de los servidores públicos del estado utilizar las unidades
vehiculares para asuntos personales y fines particulares recreativos, no
obstante prohibirlo expresamente el Reglamento para el Uso y Control de Vehículos Oficiales del Gobierno del Estado de
Tamaulipas.
Al efecto el artículo 23 de dicho ordenamiento prohíbe estrictamente
a los resguardantes: Utilizar la unidad en asuntos particulares que
denoten un mal uso del bien mueble; Conducir en estado inconveniente,
estacionar las unidades en lugares prohibidos, exceder los límites de velocidad
permitidos y en general, violar cualquier disposición del Reglamento de
Tránsito en vigor.
Aquí cabe
preguntar: ¿Por qué no actúa Gilda Cavazos Literas titular de la Contraloría, en la vigilancia de vehículos oficiales, para evitar el uso indebido de las
unidades en actividades no gubernamentales por parte de los servidores públicos
y su sanción en su caso?
¿Si los empleados del gobierno del estado tienen autorización de la
contralora para disponer las 24 horas de los vehículos asignados los siete días de la semana?
¿Si los funcionarios de mandos medios que tienen la
disposición ilimitada de los vehículos asignados es indispensable para el
desarrollo de sus funciones?
¿Si como vigila el parque vehicular, como llevará el control y vigilancia
de los recursos destinados gasto
corriente y gasto público?
De todo el
contexto apuntado, no sería mala idea que Gilda Cavazos Literas al margen de
sus demás atribuciones implementara un operativo que tenga como objetivo
vigilar el buen uso de los vehículos oficiales, como una medida para preservar
el patrimonio institucional y optimizar estos recursos públicos.
Este programa no solo tendría
como propósito sancionar, sino fundamentalmente
cambiar la actitud de los servidores públicos que consideran la unidad en el mejor de los casos como una
prestación laboral extralegal y en el
peor como una parte de su patrimonio particular.
En definitiva es necesario y urgente que las autoridades de la Controlaría
Estatal
vigilen
el uso y control de los vehículos propiedad del Gobierno del Estado de
Tamaulipas, para la optimización de los recursos públicos y terminar con esa
imagen de dispendio e improductividad burocrática
lucarrso@hotmail.com
Twitter: @luiscarrs
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